La Encina existe - Información

2022-08-27 03:06:21 By : Ms. Candy Xie

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La Encina en una imagen de archivo. Áxel Álvarez

La pedanía villenense de La Encina vuelve a reivindicarse aunque impera la sensación de que para el Ayuntamiento no existe. Un abandono en muchos aspectos que los vecinos aseguran estar sufriendo "más que nunca" en los últimos seis años. Y aunque el 80% son personas mayores no por ello se resignan a que el único poblado ferroviario puro que existe en la Comunidad Valenciana caiga en el olvido y la decadencia. La Encina llegó a superar los 1.500 habitantes aunque en la actualidad no llega a 200 y tanto las históricas infraestructuras como el patrimonio industrial que alberga parecen abocados a la ruina.

La Encina en una imagen de archivo. Axel Alvarez

Un amplio repaso de las necesidades, carencias e incumplimientos de las diferentes Administraciones Públicas es el que ha dado la presidenta de la Asociación de Vecinos de La Encina, Isabel Soriano Requena, instando a "que se pongan las pilas quienes se las tengan que poner porque después de seis años de abandono no vamos a consentir que vengan los concejales a decirnos que hay que hacer más estudios para poner en marcha las medidas necesarias".

El colegio de La Encina se utiliza actualmente para realizar talleres y actividades culturales. Axel Alvarez

El problema que más les preocupa en este momento es que el vallado de las vías del tren por motivos de seguridad ha dejado una calle incomunicada del resto del núcleo urbano. Adif ha mostrado buena predisposición para construir una pasarela sobre las vías con el fin de solventar esta situación. Pero la obra no se acometerá hasta dentro de dos o tres años, por lo que desde la pedanía se reclama un paso provisional.

El consultorio médico de La Encina sigue pendiente de las obras de rehabilitación. ÁXEL ÁLVAREZ

También exigen la reurbanización de toda la aldea mediante el reasfaltado de las calles, especialmente de la avenida de la Constitución, y el cambio de las aceras defectuosas que se han convertido en barreras arquitectónicas que impiden la movilidad de los mayores. En materia sanitaria urgen a restablecer las consultas presenciales y no por teléfono como se continúa haciendo a pesar de que fue una medida anticovid implantada en marzo de 2020. Y mientras se acometen las obras de rehabilitación del consultorio médico de La Encina, "que se van a retrasar porque se ha pasado el plazo de licitación", piden que se instalen módulos prefabricados para atender a los enfermos sin que tengan que desplazarse 10 kilómetros hasta los centros de salud de Villena.

Atardece en La Encina. Axel Alvarez

Sobre los proyectos fotovoltaicos que amenazan el paisaje rural de la aldea la asociación vecinal reclama al Ayuntamiento que delimite en el Plan General de Ordenación Urbana las zonas autorizadas y desautorizadas para acoger plantas solares. Del mismo modo consideran imprescindible acometer, sin más retrasos, las obras que sean necesarias para evitar las inundaciones que sufre la pedanía durante los cada vez más frecuentes episodios de lluvias torrenciales. "Tenemos un informe técnico elaborado por especialistas que demuestra, en contra de lo que vienen diciéndonos desde diferentes Administraciones, que la explotación de la cantera y las obras del AVE han modificado el curso normal de la escorrentía de las aguas superficiales", ha señalado Isabel Soriano recordando, asimismo, que las fuentes de agua están averiadas desde hace dos años y el riego por goteo en las zonas verdes no funciona. "Así que somos los vecinos los que sacamos las gomas de nuestras casas para regar las plantas y los árboles".

Los vecinos de La Encina reclaman una mejora de todas las calles y aceras de la pedanía. ÁXEL ÁLVAREZ

Otra de las solicitudes de la presidenta de La Encina al equipo de gobierno de PSOE-Los Verdes es que el Consistorio adquiera la propiedad de la escuela de la pedanía. El edificio no alberga actividad escolar desde septiembre de 2018 por la reducida ratio de alumnos pero en sus instalaciones se realizan talleres para mayores y diferentes actividades culturales. "Resulta lamentable que el Ayuntamiento de Villena no esté pagándole al dueño de la escuela los 5.000 euros anuales de alquiler desde hace cuatro años. Al menos sí se está encargando de su mantenimiento pero por 20.000 euros el propietario estaba dispuesto a vender el inmueble al Ayuntamiento...", ha informado Isabel Soriano instando a los responsables municipales a enviar a la pedanía a trabajadores contratados en los diferentes talleres de empleo para llevar a cabo unas tareas de mantenimiento, "en profundidad", que La Encina lleva seis años esperando.

Los vecinos se encargan de regar los jardines. ÁXEL ÁLVAREZ

Paradójicamente la pedanía está incomunicada por tren después de haber sido un enclave estratégico para el tráfico ferroviario de toda España durante décadas. Actualmente las Cercanías son prácticamente inexistentes. Solo hay un tren que parte de La Encina y su destino es València. Nada más. Por eso los encineros y encineras reclaman dos servicios diarios para la capital del Turia y otros dos para Alicante.

La respuesta del Ayuntamiento de Villena no se ha hecho esperar y una hora después de la comparecencia de la representante vecinal de la aldea ferroviaria ha difundido el siguiente comunicado:

La estación de La Encina se construyó en 1858 para conectar Alicante con Madrid y el 25 de mayo de ese mismo año se realizó el primer viaje oficial. No obstante la actividad ferroviaria arrancó en 1852 al concederse la construcción del ferrocarril Almansa-Alicante, que uniría definitivamente Alicante y Madrid. Seis años después se inauguró esta vía, que fue explotada por MZA y promovida por el Marqués de Salamanca y el de Rioflorido. La Encina inició su despegue poblacional en el siglo XIX con el inicio de la actividad ferroviaria, convirtiéndose en uno de los nudos más importantes de España con una población que llegó a alcanzar los 1.600 habitantes. Pero en 1970 empezó el declive con la modernización del tren, que conllevó una disminución de la mano de obra y el consiguiente despoblamiento de una aldea que, aunque sigue envejeciendo, todavía se mantiene como un museo vivo de la historia del ferrocarril.

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