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Imagen de una toma de carga de un coche eléctrico.

El coche eléctrico sigue avanzando en España pero va a un ritmo muy lento. Demasiado despacio, incluso nos atrevemos a decir. ¿La razón de esta baja penetración? Según la consultora PwC, la principal debilidad para el desarrollo del mercado de movilidad eléctrica en España es la infraestructura de carga. Un argumento que también recoge Anfac en su último barómetro de electromovilidad.

Según este último organismo, España ya cuenta con 15.772 puntos de recarga de acceso público para vehículo eléctrico. Estamos hablando de un total de 1.528 puntos más que el último trimestre analizado.

Hasta aquí, por tanto, buenas noticias. Ahora, en cambio, llegan las malas. Pese al incremento de puntos de recarga; estos siguen siendo lentos, incluso muy lentos nos podríamos atrever a decir. En concreto, según señala Anfac, el 83% del total de esos puntos de recarga tienen una potencia de 22 kW o incluso menos.

Son, por tanto, puntos públicos que no son idóneos para la carga rápida del vehículo en un lugar público, ya que estamos hablando de que un coche eléctrico con una capacidad intermedia estaría tardando casi tres horas en cargarlo, un tiempo demasiado lento para una recarga pública.

Por lo tanto, de ahí que desde Anfac continúen señalando que queda mucho por recorrer hasta alcanzar los 45.000 puntos de recarga públicos para cumplir así con los objetivos europeos y nacionales.

El consumo de un coche eléctrico suele rondar entre los 16 y los 20 kWh cada 100 kilómetros.

Además, según PwC, en el informe 'eReadiness 2022', España obtiene una de las últimas notas en puntos de recarga por encima de 150 kW (lo que se conocen como puntos rápidos).

En concreto, nuestro país según esta consultora obtiene 1,3 puntos, cuando 1 es la mínima nota y 5 es la máxima. Una puntuación que mide, además de los puntos de recarga, el porcentaje de energía renovable que produce cada país o la relación entre coste de la gasolina y de la electricidad. Por tanto, esta mala nota obtenida por PwC confirma los datos también reseñados por Anfac.

Hasta el mes de agosto de 2022, en España se han matriculado un total de 21.276 coches eléctricos y 25.909 coches híbridos enchufables. Estamos hablando, por tanto, de alrededor de 47.200 coches con enchufe. Si bien parece una cifra elevada, en realidad es un 8,8% de cuota de mercado entre los dos sistemas de propulsión. Solo los eléctricos suponen por ejemplo, algo menos del 4% de cuota.

Se trata, además, de una cifra que todavía está muy alejada del objetivo de llegar a los 120.000 coches enchufables (eléctricos e híbridos) en 2022.

Imagen de un punto de recarga de un coche eléctrico.

Según este informe de PwC, en lo que respecta a los incentivos de los gobiernos, España se anota 3,8 puntos, destacando por los apoyos públicos a la compra de vehículos eléctricos (subvenciones, exenciones al pago del IVA, rebajas en el impuesto de matriculación y de circulación). En este punto se coloca por delante de Alemania, Suiza, Reino Unido, Italia y Francia y sólo por detrás de Noruega.

El director general de Anfac, José López-Tafall, apuntó que a esta velocidad no se alcanzarán los objetivos de descarbonización marcados por Europa y establecidos por el Pniec que fijan para 2030 un parque de tres millones de turismos electrificados.

"Para mejorar es necesario definir unos objetivos para el despliegue calendarizado por año y potencias y hacer realidad que un nuevo poste de carga en la vía pública funcione en menos de seis meses, como también favorecer la fiscalidad positiva del vehículo electrificado y simplificando y unificando los trámites del Moves III", explicó el director de la asociación.

Por su parte, para Manuel Díaz, socio responsable de Automoción de PwC, "España tiene mucho trabajo que hacer en la próxima década si no quiere seguir a la cola de Europa en la transición hacia la electrificación, especialmente en el ámbito de las inversiones en infraestructuras de carga".

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