Estamos ante la primera vez en la que se ha utilizado un coche eléctrico para hacer una operación de este tipo. El doctor Christopher Yang cuenta que en Austin, Texas, practicó recientemente una vasectomía en la que tuvo que utilizar su vehículo eléctrico como fuente de energía. Fue así porque, por un problema temporal en el suministro de energía, la clínica se había quedado sin electricidad. Y gracias a ello no tuvo que reprogramar la operación que tenía citada con su paciente. Pero ¿cómo se hizo exactamente?
No vamos a hablar de cómo se hizo la vasectomía, evidentemente. Porque no lo sé y porque me resulta bastante desagradable. El caso es cómo usó su coche eléctrico para salvar la situación en la que su clínica se había quedado sin electricidad. De otra manera, lo que habría sucedido es que habría tenido que cancelar la operación y reprogramarla; es decir, acordar con su paciente otra fecha para poder llevarla a cabo. Sin embargo, usó su Rivian R1T para aprovechar la energía eléctrica de la batería del coche como fuente de suministro. Cuenta además que la idea fue del propio paciente, que quería evitar tener que cambiar la cita, y que todo salió correctamente.
Lo más habitual es que los coches eléctricos tengan una toma de entrada de energía, y punto. Pero poco a poco, cada vez más coches eléctricos tienen también salida de energía en forma de toma de corriente bidireccional. En el caso del Rivian R1T, un modelo recientemente lanzado, tiene nada menos que cuatro tomas de corriente de 110V. El doctor en cuestión utilizó una de estas tomas de corriente junto a un cable de extensión para poder alimentar de electricidad el equipamiento que utiliza en su clínica.
La idea realmente fue de uno de sus compañeros de equipo, pero el paciente fue quien decidió hacerlo así porque prefería no tener que reprogramar la cita. Y como comentábamos anteriormente, todo salió perfecto. Este modelo de coche eléctrico recordemos que tiene un precio que empieza a partir de 73.000 dólares y cuenta con un máximo de 505 kilómetros de autonomía. Pero la marca ya está desarrollando una versión bajo la denominación Max Pack que será capaz de llegar hasta los 645 kilómetros de autonomía en ciclo de homologación WLTP.
Y es un coche eléctrico que se puede configurar con dos ó cuatro motores y en configuraciones de 600 CV u 800 CV. Es decir, que tampoco es que se trate de un coche eléctrico cualquiera, sino que es que sus prestaciones son realmente holgadas. Pero en realidad, en este singular caso en el que el coche eléctrico se ha utilizado para alimentar equipamiento médico, la clave está en que cuenta con tomas de salida de corriente. Con esto, cualquier coche eléctrico podría alimentar casi cualquier tipo de dispositivo sin problemas.
De hecho, cada vez parece más evidente que en el futuro la batería, de gran capacidad, de los coches eléctricos que ya se están lanzando al mercado, en el futuro servirá para aliviar el estrés de la red eléctrica. A fin de cuentas, aunque en los vehículos eléctricos no proporcionen una autonomía excesiva, lo cierto es que tienen una enorme capacidad de almacenamiento energético. Y no solo eso, sino que el inversor y el resto del equipamiento que integran tienen unas capacidades muy altas de entrega de energía.